Riverita en la feria de Cali.

"El desfile del Cali Viejo es el espacio donde el pueblo se manifiesta y cuenta sus historias, es donde el pueblo se ve representado, donde se mezcla lo moderno con lo tradicional", asegura Perdomo, quien aprovechó para hablar un poco de los personajes que los asistentes al desfile podrán ver.  

El director del desfile del Cali Viejo recuerda que "Riverita era un peluquero del barrio Sucre que era muy hablador y cómico, pero que contaba historias inverosímiles a sus clientes. No obstante, al que lo tildaba de mentiroso lo trasquilaba o lo dejaba a medio corte de pelo".

Perdomo cita uno de sus 'cuentos' más populares, cuando dijo que había conocido al Papa de esa época y que lo llevó hasta el Vaticano y lo invitó a pararse en el balcón con él. Según contaba el peluquero del barrio Sucre, todos preguntaban: "¿Vé, quién es el viejito que está parado junto a Riverita".

Como esas hay mil historias alrededor de Riverita, dice Perdomo. 

Riverita

Alfonso Rivera, un personaje de la década 60's y 70's. Barbero y masajista reconocido por su forma única de atender a los ciudadanos de Cali con sus fantasiosas historias de su mundo de mentiritas. 
Su casa era de bahareque y ahí estaba ubicado su barbería. 
Riverita era reconocido no solo por sus mentiras sino por su amabilidad, su buena personalidad y su autentica manera de ejercer su profesión. 

El sobandero Riverita.

Ademas de ser peluquero, era sobandero. Cuando alguna joven de la ciudad se golpeaba practicando algún deporte, normalmente jugando fútbol en la calle y  sufrían torceduras o lesiones, acudían donde Riverita para que los sobara y curara. Gracias a que en ese entonces el ser sobandero no tenia mucha relevancia, Riverita buscó una técnica diferente para ser un poco mas reconocido y tuviera mas clientes, Riverita antes de curarlos, contaba un chiste o un cuento, que hiciera que los clientes se despistaran un poco del masaje y después de eso el de un tirón les encajaba los huesos.

Su mundo de mentiritas

 El "famoso Riverita" y el Papa.

En su mundo de mentiritas, Riverita conoció al Santo Padre, cuando en un viaje fue al Vaticano  y un prelado Colombiano se lo presentó. Y por no ser suficiente, acompañó al Papa Pablo VI durante 18 kilómetros desde Roma hasta Castengadolfo. 

Poco tiempo después se vio nuevamente con el jefe de la iglesia y según Riverita el pontífice romano lo había reconocido entre toda la multitud y lo hizo sentar a su lado en el trono pontificio; entonces la multitud que se agolpaba a su alrededor se quedaba observándolo con asombro, lo miraban, lo reparaban bien y decían "¿Quien será ese viejito de bata blanca, canoso y con gorrito que acompaña a Riverita?

Riverita, titular de la selección Valle 

Riverita fue titular de la Selección Valle en un partido por un campeonato en Barranquilla, Valle contra Atlántico. El partido estaba 0-0, se produce un penal faltando dos minutos para terminar el partido, cobra Riverita el penal, la pelota pega en el travesaño y se va al arco contrario donde el arquero estaba descuidado, manotea la pelota y validan el gol. Perdió Valle 1-0 con gol de Riverita cuando estaba cobrando el penal con el que debería ganar el Valle del Cauca. 

Riverita torero

El cordobés, el mejor torero que haba en ese tiempo, Manuel Benitez, salta a la plaza de toros, buscando matar al toro y no lo mata, entonces la gente empieza a chiflar y en unisono empiezan a gritar "Riverita, Riverita, Riverita", así que Riverita no se hace de rogar y salta a matar al toro pero no llevaba ninguna espada, además él no sabía nada de eso. Él decía que mató a ese toro pasándolo de sol a sombra y de sombra a sol, de esa manera lo mató "por el cambio de clima". 

Riverita, gran personaje Caleño

Al diagonal del teatro Sucre, en el barrio San Nicolas, quedaba la "Riverita Barbería" donde trabajaba un famoso personaje del Cali Viejo, quien fue reconocido gracias a que narraba mentiras inofensivas a sus clientes durante el corte de cabello. 

Pero bien sabido esa por todos en aquella época, que quien se riera de las historias fantásticas del barbero, podía irse trasquilado, ya que el, por semejante desplante, se ponía muy, pero muy bravo. No le gustaba que le dijeran como tenia que cortar el pelo o que estilo nuevo gustaba el cliente, Riverita decía que el sabia como peluquear a cada persona.